sábado, 6 de febrero de 2010

El día a día


Roces, cariños... que lo uno hace lo otro... eso solemos decir ya que parece que proviene del acervo cultural, de muchos y muchos años y de muchas y muchas generaciones, de millones de horas de convivencia.

La verdad es que, según se dice en términos coloquiales, "alucino" con lo difícil que es algo que debería ser sencillo: convivir.

Creo que lo difícil procede de nuestras emociones, de saber entenderse a uno mismo y entender al otro. Desde un punto de vista emocional desde luego (quizá otro día me plantee una reflexión en otros niveles como el intelectual o el meramente físico, pero hoy no toca).

En fin, como iba diciendo: que las cosas que en apaciencia parecen fáciles se convierten en algo complicado y que acaban en algún que otro "sinsabor"... Jeje eso si, con una fase de reconciliación muy interesante.

Me pregunto si en todo este ejercicio se queda algo en el camino ya sea positivo o negativo: ¿somos capaces de aprender emocionalmente? ¿Porque me parece tan lento ese aprendizaje?

En fin, echaré mano de mi personaje preferido: como decía Krishnamurti "la verdad no tiene caminos", es decir, que o llegas a la comprension de la situación instantáneamente mediante un ejercicio de autoconciencia, o puedes pasar años o incluso toda una vida para, quizá al final, no descubrir o haber aprendido todo aquello que querías.

!Que Porras! En fin , observaré de instante en instante, aunque a veces sea solamente de solayo, a ese niño pequeño que llevo dentro para ver que hace, para ver si va creciendo y madurando y cómo se relaciona con "los niños" de los demás. Quizá durante esa observación se produzca alguna mejora.

Dicho todo esto, que conste que vivir y convivir me parece estupendo, que cada día procuro levantarme e imaginar el sol radiante en un cielo intensamente azul, cálido, pletórico de buena energía difundiéndose en la atmósfera y llegándome y haciendome sentir confort, tranquilidad y alegría... y por qué no, con mejor disposición para afrontar los desafíos del día.