miércoles, 14 de marzo de 2007

Un día azul


La verdad es que me parece que la vida me va llevando por un surco. No es que me queje, no, me siento feliz. Es que me gustaría saber hacia donde lleva y para qué existe.

Desde que me recuerdo a mi mismo pensando, visualizo a un chico con una vida interior bastante agetreada en presencia de una tela blanca en la que transcurren sus pensamientos y sentimientos. No, no como en una peli de bollywood sino, como en el IMAX, las imágenes se le aproximan tanto que le mueven por dentro y le dan forma, que le hacen hablar, oir, sentir, relacionarse.

Se da cuenta de que existe una distorsión pero no sabe muy bien dónde. Sabe que no le son ajenas y sin embargo esa cierta distancia está ahí. Es como cuando el sonido y la imagen quedan desacompasados en una grabación.

Tengo unas "ansias muy ansiosas" por saber si el destino existe o simplemente es un invento ideado para el control.

¿Estaré siendo agorero y predeterminista?

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