El otoño se había instalado desde hacía tiempo y las tierras yermas anhelaban su ausencia.
Las verdes praderas, largo tiempo llenas de vida y de luz, de color y de vida estaban ahora secas.
Su tiempo fue rico, su amor y bondad, recordados aún, perdurarán en el tiempo para siempre.
¿Son preciosas las perlas porque albergan un cuerpo extraño? ¿Es el mundo un mundo tan feliz porque también sufre? ¿Existirían las mariposas sin haber dejado en sus crisálidas su vida terrenal? ¿Existiría la luz sin la oscuridad?
¿Dónde estas?
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